Dios y Señor nuestro,

que eres la belleza siempre antigua y siempre nueva,

cuya sabiduría gobierna el mundo

y cuya bondad adorna el universo;

los coros de los ángeles te alaban,

obedientes siempre a tus mandatos;

todos los astros del cielo te cantan,

observando, en su continuo movimiento,

las leyes que tú les has impuesto;

todos los redimidos, a una sola voz, proclaman tu santidad,

y con el corazón, con sus labios y con su vida

te aclaman, llenos de alegría.

También nosotros, tu pueblo santo,

reunidos en este lugar con ánimo festivo, ansiamos unir nuestras voces

al concierto universal de la creación,

y, a fin de que nuestro himno de alabanza suba más dignamente hasta tu majestad,

te presentamos (estos instrumentos musicales) (este órgano)

para que lo/s bendigas y para que, con su ayuda,

unamos armónicamente nuestras voces al cantar tus alabanzas y presentarte nuestros deseos.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Dios todo poderoso y eterno,

vos has creado todas las cosas

y les has impuesto a cada una

un orden y una función

para que formen un todo armonioso

donde la vida sea posible y agradable.

Hoy ponemos ante tus ojos

esta banda (Infanto Juvenil) de N. N. (localidad)

que expresa la armonía de la vida

y la capacidad del hombre para integrar los sonidos, para componer melodías

y para imponer un ritmo a su ejecución.

Cada instrumento es diferente.

los hay importantes y humildes,

pero todos se necesitan mutuamente

para alcanzar la perfección de su interpretación.

Esta banda es también

una clara imagen de nuestra vida cristiana:

todos, más o menos importantes,

debemos tener la humildad necesaria

para necesitar del otro a fin de realizar una manifestación armoniosa

de tu bondad y de tu belleza eternas.

Bendice al director de esta Banda,

bendice a sus integrantes,

bendice cada uno de los instrumentos.

Dales unidad, armonía y belleza

para que al ejecutar su música

nos eleven el espíritu

y nos alienten a vivir unidos e integrados

a fin de expresar la excelsa sinfonía de tu amor.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina a tu lado por los siglos de los siglos. Amén.