BENDICION DE MINISTROS DE LA CARIDAD
385. Este rito se destina a aquellas personas que, por vocación y dedicación especial, se ocupan en las comunidades cristianas de la acción caritativa y social en pro de los necesitados. 386. El rito que aquí se describe pueden utilizarlo el sacerdote o el diácono, los cuales, respetando la estructura del rito y sus elementos principales, adaptarán la celebración a las circunstancias de las personas y del lugar. Del Bendicional Argentino pag 152 y 161

Bendecir a los voluntarios
Dios Padre,
que derramas en nuestros corazones, el don de tu amor
por el Espíritu Santo que Jesús prometió; al
bendice + a estos hermanos nuestros,
para que, practicando las obras de caridad y de justicia,
contribuyan a hacer presente a tu Iglesia en el mundo,
como sacramento de unidad y de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
o bien< de la Bendición de personal sanitario o de la salud
Dios todopoderoso y eterno
rico en misericordia,
mira con ternura y bendice+
a estos (as) hermanos (as) nuestros (as)
que ejercen su profesión imitando al buen samaritano
que Jesús puso ante nuestros ojos
como ejemplo de amor fraternal;
fortalécelos (as) en su vocación
para que siendo abnegados (as) y comprensivos (as)
den consuelo y alivio a los que sufren,
traten con dignidad y ternura a la vida que nace,
den esperanza de pronta recuperación a los enfermos
y paz a los moribundos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
RITOS INICIALES
387. Reunida la comunidad, se entona, según las circunstancias, un canto adecuado, terminado el cual, el celebrante dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Todos se santiguan y responden:
+  Amén.
388. Luego el celebrante saluda a los presentes, diciendo:
La caridad y la fe que infunden
Dios nuestro Padre,
y Jesucristo, el Señor,
estén con todos ustedes.
U otras palabras adecuadas, adecuadas preferentemente de la sagrada Escritura.
Todos responden:
y con tu espíritu.
389 . Un diácono, o el responsable de Cáritas o de los servicios asistenciales o sociales de la comunidad, presenta al celebrante los candidatos para el ministerio de la caridad, diciendo:
Querido Padre: Estos hombres y mujeres (jóvenes), que hoy se presentan ante la comunidad cristiana de N, desean consagrarse con mayor empeño al ministerio de la caridad, en nombre de la Iglesia. Ellos están convencidos de que la ley fundamental de la perfección humana y, por tanto, de la transformación del mundo es el mandamiento nuevo del amor. Por eso pido que los cuentes entre los servidores de los hermanos más necesitados de nuestra comunidad, invocando sobre ellos la bendición divina.
390: El celebrante dispone a los que han sido presentados a recibir la bendición, con estas palabras u otras semejantes:
Queridos hermanos y hermanas: El servicio de ustedes es una tarea a que, en realidad, nos corresponde realizar a todos los discípulos de Jesucristo, porque todos estamos llamados a descubrir la presencia del Señor en toda persona que sufre injusticia o está necesitada de cualquier tipo de ayuda. El mismo Cristo nos dio ejemplo de lo amplia y generosa que ha de ser nuestra caridad. Pero, al incorporarse al grupo de los servidores de la caridad en nuestra comunidad de N., ustedes asumen este compromiso con una exigencia mayor. Ustedes van a prestar una valiosísima colaboración a la misión caritativa y social de la Iglesia y, en consecuencia, van a trabajar en su nombre, abriendo a todos los hombres los caminos del amor cristiano y de la fraternidad universal.
Cuando realicen su tarea, procuren actuar siempre movidos por el Espíritu del Señor, es decir, por un verdadero amor de caridad sobrenatural. De este modo serán reconocidos como auténticos discípulos de Cristo.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS
391. Luego uno de los presente o el mismo celebrante, lee un texto de la Sagrada Escritura .
Is 58, 1 ab. 5-11: comparte tu pan con el hambriento y alberga a los pobres sin techo
Lectura del profeta Isaías:
“ ¿Es este acaso el ayuno que yo amo, el día en que el hombre se aflige a sí mismo?
Doblar la cabeza como un junco, tenderse sobre el cilicio y la ceniza:
¿a eso llamas ayuno y día aceptable al Señor?
Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-:
Soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo,
Dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos;
Compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo;
Cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne.
Entonces despuntará tu luz como la aurora
y tu llaga no tardará en cicatrizar;
delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá;
pedirás auxilio, y él dirá: «¡Aquí estoy!».
Si eliminas de ti todos los yugos,
el gesto amenazador y la palabra maligna;
si ofreces tu pan al hambriento
y sacias al que vive en la penuria,
tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía.
El Señor te guiará incesantemente,
te saciará en los ardores del desierto
y llenará tus huesos de vigor;
tú serás como un jardín bien regado,
como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan.”
Palabra de Dios.
. Otros textos posibles: Tb 12, 6-13; Mt 25, 31-46; Mc 14, 12-16, 22-26; Lc 9, 11b-17; Lc 10,29-37; Jn 13, 12-17
392. El celebrante que según las circunstancias, exhorta brevemente a los presentes explicándoles la lectura bíblica el invitado a los candidatos a ser diligentes servidores de Cristo o en los hermanos.
PRECES
393 sigue la plegaria común con las preces que aquí se proponen o con otras que puedan parecer más adecuadas con las circunstancias y el momento:
Dios que es la fuente del amor verdadero, nos anima para amar a nuestros hermanos. Acudamos a él diciendo:
R. Padre, ayúdanos a amar como Jesús.
-Por los cristianos de todos los lugares, para que asumamos nuestra misión de transformar el mundo por medio del amor servicial. R.
Por estos hermanos de nuestra comunidad, que se comprometen hoy a dedicarse, con mayor entrega al ministerio de caridad, para que desempeñen su tarea con eficacia y humildad. R.
Por nuestra comunidad de N que podrá realizar su misión evangelizadora y caritativa entre los pobres y los marginados con la ayuda de estos nuevos colaboradores, para que sea fiel reflejo de la misericordia de Dios entre los hombres. R.
394 . El ministro invita a rezar la oración del Señor, con las siguientes palabras u otras semejantes:
Oremos, queridos hermanos, a Dios, que es amor, para que se digne inflamamos con el fuego de su Espíritu y hacemos fervorosos en el amor recíproco, como Cristo nos ha amado.
PADRE NUESTRO
ORACIÓN DE BENDICIÓN
395 el ministro con las manos extendidas sobre los nuevos colaboradores dice la oración de bendición
Dios Padre,
que derramas en nuestros corazones, el don de tu amor
por el Espíritu Santo que Jesús prometió; al
bendice + a estos hermanos nuestros,
para que, practicando las obras de caridad y de justicia,
contribuyan a hacer presente a tu Iglesia en el mundo,
como sacramento de unidad y de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
o bien< de la Bendición de personal sanitario o de la salud
Dios todopoderoso y eterno
rico en misericordia,
mira con ternura y bendice+
a estos (as) hermanos (as) nuestros (as)
que ejercen su profesión imitando al buen samaritano
que Jesús puso ante nuestros ojos
como ejemplo de amor fraternal;
fortalécelos (as) en su vocación
para que siendo abnegados (as) y comprensivos (as)
den consuelo y alivio a los que sufren,
traten con dignidad y ternura a la vida que nace,
den esperanza de pronta recuperación a los enfermos
y paz a los moribundos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ASPERSIÓN
396. Acabada la oración, el ministro rocía con agua bendita a los ministros de la caridad y a los presentes, mientras se puede guardar un momento de silencio o cantar un canto o adecuado
CONCLUSIÓN DEL RITO
397. Finalmente bendice a todos los presentes, diciendo:
Dios, fuente y dador de todo bien,
los estimule al servicio desinteresado
y comprometido de los hermanos
e infunda en ustedes su Espíritu de amor
R. Amén
398 Después, según las circunstancias, se puede cantar el himno “ubi caritas” u otro canto o adecuado como “Si yo no tengo amor”
Ubi Caritas: R: Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Nos congregó y unió el amor de Cristo.
Regocijémonos y alegrémonos en él.
Temamos y amemos al Dios vivo,
y amémonos con corazón sincero.
R: Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Pues estamos en un cuerpo congregados,
cuidemos no se divida nuestro afecto
Cesen las contiendas malignas, cesen los litigios,
y en medio de nosotros esté Cristo Dios.
R: Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
Veamos juntamente con los santos
tu glorioso rostro, ¡oh Cristo Dios!
Éste será gozo inmenso y puro,
por los siglos de los siglos infinitos. Así sea.
R: Donde hay caridad y amor, allí está Dios.
YO NADA SOY SEÑOR
SI YO NO TENGO AMOR
YO NADA SOY SEÑOR
El amor es compasivo,
el amor es servicial
el amor no tiene envidia
el amor no busca el mal.
El amor nunca se irrita,
el amor no es descortés
el amor no es egoísta
el amor nunca es doblez
El amor disculpa todo
el amor es caridad
no se alegra en la injusticia
sólo goza en la verdad.
El amor soporta todo
el amor todo lo cree
el amor todo lo espera
el amor es siempre fiel
Nuestra fe nuestra esperanza
junto a Dios terminarán
el amor es algo eterno
nunca, nunca pasará.
